Porque al final no es que la vida te advierte,
es que la vida te recuerda.
No es un anuncio en la carretera, ni una alarma en el celular,
es un eco, una repetición, un déjà vu que insiste en mostrarte lo que (supuestamente) ya sabías.
Lo que ya viviste,
lo que ya aprendiste,
lo que ya dolió.
Es una quemadura,
es un punzón,
es un golpe,
es un rasguño…
a tu piel,
a tu corazón,
a tu ego,
a tu alma,
a tu mente,
a tu esencia,
a tu fucking ser,
Y aun así, uno se hace el loco,
mira pa’ otro lado,
busca ser la excepción,
se inventa la excusa,
Y aun así, caemos…
porque queremos,
porque creemos,
porque siempre decimos que esta vez será diferente,
Y ahí estamos, otra vez,
haciendo exactamente lo mismo,
esperando que algo cambie,
esperando que (alguien) nos cambie.
Pero la vida te dice…
“¿Lo entendiste o quieres repasarlo?”
«¿Quieres que te lo repita?»
Y como todo mal estudiante…
levantamos la mano tarde,
nos reservamos todas las preguntas,
y estudiamos después de quemarnos.
Por eso…
No te pases, pa’ que no te pase.
-angel